El conservatorio
Sinceramente no se si describir el conservatorio como 4 años que he perdido de mi vida o 4 años de los que me llevo recuerdos muy bonitos. Supongo que simplemente formarán parte de mi niñez. En 3º de primaria, mis padres, por una razón que desconozco teniendo en cuenta que nunca han sido amantes de la música, decidieron meterme en el conservatorio de Sarriko. Tampoco es que tuviera ninguna clase de vocación en la música, sin embargo, cuando tan solo tenía 7 años ya pasaba 6 horas de mi vida a la semana dentro de ese edificio, aprendiendo cosas que no me han servido para nada. Lo que sí agradecí y que hizo esta experiencia más llevadera, fue compartirla con algunas amigas de mi cuadrilla: Leire, Eva y María. Como instrumento, elegí el arpa, que era mi única motivación para ir al conservatorio y algún día de mi vida me gustaría retomarlo, además, conocí a gente encantadora con la que sigo manteniendo contacto actualmente. Mi profesora de arpa era una mujer maravillosa, le tenía muchísimo