30 peldaños 2C

El fútbol  El fútbol es un deporte qué sin duda alguna está globalizado y ha pasado de ser como dicen algunos “cuatro tontos dándole pataditas a un balón”, a una alegría para el que la necesita, un negocio para el empresario, un hobby para él que le guste jugarlo y una manera de reunir a mucha gente aficionada para disfrutarlo de corazón. He de decir que cuando era más pequeño, me gustaba muchísimo más que ahora, es más, era el mítico niño que se podía ver un partido de dos equipos de Tercera División que no conocían ni en su pueblo, pero a mi me encantaba.  A día de hoy, he encontrado otras cosas que me pueden llegar a gustar más y por ello solo veo partidos del Athletic, la Champions cuándo juegan algunos equipos buenos o cuándo juegan las selecciones, pero ya está. Sin embargo, las pocas veces que lo veo, lo disfruto muchísimo porque cuando dos equipos juegan bien, tocan en el balón y tienen ocasiones de gol, me parece increíble; además, también me recuerda a aquellos tiempos en los

 Pase muchos años en Mioño, mi pueblo, es un pueblo pequeño, con una playa, un chiringuito, una cuadra para caballos y un par de casas. Vamos, un pueblo pequeño, muy pequeño. Iba todos los veranos con mi familia, que no es pequeña, estaban mis abuelos, mis 10 tíos, y tias, y todos mis primos. En fin, que si vamos a cenar a un restaurante, lo llenamos. Normalmente nos juntábamos todos los veranos, íbamos a la playa, que la teníamos justo en frente, y cuando salíamos del agua a la tarde, íbamos al chiringuito a tomar algo. Por ejemplo en la sanjuanada, hacían una montaña enorme de palos, madera, muebles... y la prendían a las tantas de la noche. Nuestro plan siempre era cenar en el bar unos bocatas XXL, de bacon y queso, y un helado de postre, y cuando prendían fuego a la sanjuanada, hacían la chocolatada, recuerdo que todos íbamos corriendo a ponernos a la fila, por si se acababa el chocolate caliente o los bollitos. La playa era preciosa, no era muy grande, y estaba llena de piedras co

 Siempre he sido una persona que piensa mucho en lo que puede pasar en el futuro y que se preocupa mucho por él, lo que provoca que muchas veces me agobie por cosas que no debería o que no tienen tanta importancia como la que yo les doy. Supongo que me entenderéis, ya que, todos estamos viviendo una etapa que requiere pensar largo y tendido acerca de nuestro futuro, qué queremos hacer, qué vamos a estudiar, en qué nos vemos trabajando, y miles de preguntas a las que nos enfrentamos día a día y de las cuales aun no sabemos la respuesta. Es una época en nuestras vidas que es muy agridulce, por el hecho de que tenemos una edad en la que estamos empezando a descubrir cantidad de cosas, empezamos a salir, a forjar nuevas amistades y a mantener las que ya tenemos, a conocernos más a nosotros mismos y al fin y al cabo vivir sin las preocupaciones a las que, por ejemplo, una persona adulta ha de enfrentarse y nosotros todavía no. Aun así, por nuestra cabeza rondan otras preocupaciones, y no so

  La fuerza del ser humano para sobrepasar ciertos obstáculos llega a tal punto que en caso de vida o muerte para poder sobrevivir se hace cualquier cosa por dolorosa o terrible que parezca. Esto es algo que pude comprobar tras enterarme hace tiempo de que un hombre había sobrevivido a un brutal accidente de una manera más brutal todavía. Este hombre, llamado Aron Ralston era un escalador estadounidense que estaba de excursión haciendo barranquismo en el parque nacional Tierra de Cañones de Utah, donde tras haberse encontrado con más personas durante el camino decide avanzar por un barranco para ir practicando un poco, con tal mala suerte de que una roca se desprende junto con él y su brazo queda atrapado.  A pesar de todos los gritos y llamadas de socorro, prácticamente hasta quedarse afónico, se da cuenta de que esta en una zona tan inhóspita de las montañas, que nadie consigue escucharle. A partir de ahí la historia se basa en una experiencia de superación en la que a base de mucho

  Todo el mundo que me conoce sabe que tengo una melliza y siempre me hacen la misma pregunta: ¿Te gusta tener una hermana de tu edad? Sinceramente, es una pregunta un tanto difícil de responder. Muchas veces no tengo muy claro qué decir porque no estoy muy segura de si me gusta o no. Obviamente, como todo, tiene cosas buenas y cosas malas. Al fin y al cabo, es un poco como mi “compañera” de vida, por decirlo de alguna manera.  Realmente si lo pienso, hay muy pocas cosas que no comparto con ella. Desde que éramos pequeñas siempre lo hemos compartido absolutamente todo. Hasta los 10 años mi madre nos vestía igual lo cual no nos hacía mucha gracia pero era algo que no se podía discutir. Siempre hemos estado en la misma clase salvo estos dos últimos años. Durante muchísimos años dormíamos en el mismo cuarto. Hemos compartido todos los juguetes. Nos fuimos juntas a Inglaterra y a Estados Unidos de intercambio. Hemos hecho todas las actividades y extraescolares juntas, siempre. Estamos en e

  Por qué avanzamos a un ritmo más lento de lo que podemos Muchas veces pensamos que avanzamos a una gran velocidad con las nuevas tecnologías o descubrimientos. Si lo comparamos con hace varios años atrás, si que es verdad que hemos realizado grandes descubrimientos útiles y novedosos, pero eso no significa que lo hagamos a la máxima velocidad que lo podemos hacer. Hoy en día, nos realizamos varias preguntas de las cuales aún no tenemos respuesta. Nos entra curiosidad de saber la respuesta de una pregunta, o de saber si en un futuro será posible hacer algo que hoy en día es imposible. Ante estos casos, hay diversas posturas de la gente. Están los que piensan que, lo que ya no ha sido descubierto, no será descubierto en un futuro (probablemente porque piensan que será a un muy largo plazo, y no lo ven posible a un corto plazo), y por otra parte, están los que se dedican a investigar y a informarse de como se podría lograr eso que tanta curiosidad tienen (que al fin y al cabo, son e

Por desgracia hay muchas cosas que echo de menos pero destacaría una de ellas, mi sitio de confort, de desconexión, de felicidad, de entusiasmo, de esfuerzo y de nervios. Sí, os hablo de cuando hacía gimnasia rítmica. Habrá mucha gente a la que le parecerá una tontería, incluso que no lo entienda pero me imagino que la gente que dedique tiempo a eso que realmente le gusta, sí lo haga. Llevaba desde que tenía cuatro años haciendo gimnasia rítmica y era lo que más me llenaba, recuerdo los primeros días de entrenamiento en los que la noche anterior era incapaz de dormir por la ilusión y los nervios. Los primeros años de gimnasia los hice en mi colegio pero según fueron pasando los años veía que era lo que realmente me gustaba hacer y quería dar un paso más, competir, que para mí era algo casi inalcanzable. Mis padres decidieron apuntarme al club Ekilore, en el polideportivo del Fango, Recalde, donde estuve seis de los nueve años que hice gimnasia rítmica.   No os voy a decir que no me dab

El año pasado, con esto del coronavirus, viví una experiencia cercana que me hizo reflexionar sobre la influencia que puede tener tu actitud ante situaciones adversas. En este caso, me refiero a la situación de la pandemia que hemos vivido y, de momento, seguimos viviendo. Me ha hecho reflexionar mucho la situación que ha vivido mi amama. Tiene 90 años y el día que celebraba su cumpleaños, se rompió la cadera. Tras la operación, entró en una residencia para rehabilitarse y recuperar la capacidad de andar. El ingreso en dicha residencia fue a lo largo de marzo, cuando los contagios del covid empezaron a incrementar. Es público y conocido que el impacto en las residencias fue especialmente elevado. Desgraciadamente, en la residencia en la que se encontraba mi amama comenzaron a tener un porcentaje alto de casos. Y finalmente, mi amama se contagió. Llevaba 8 semanas sin haber salido de la habitación de la residencia.  La familia pensábamos que las probabilidades de que mi amama saliese vi

  El volcán de La Palma Cada vez me sorprenden más las cosas que pueden llegar a ver nuestros ojos en este misterioso planeta. La primera vez que escuché decir a mi madre “que pasada! acaba de erupcionar un volcán en La Palma”, no daba crédito, era surrealista. Pero al ver la noticias no paraban de aparecer imágenes increíbles, alucinantes y en mi opinión preciosas. Sin embargo a las personas que están perdiendo sus casas y propiedades privadas no creo que les parezca tan bonito.  No me puedo llegar a imaginar por lo que tienen que estar pasando esas familias de los pueblos que han sido sepultados por la lava, las cuales se encuentran en una situación inimaginable y horrible; están desalojando las cosas más valiosas de sus casas porque la lava de un volcán va a reducirlas a cenizas. En mi opinión, tu casa, tu hogar, donde te has criado y has vivido cosas únicas es un sitio sagrado, por ello no me imagino lo que tiene que ser volver un día normal del cole y de repente saber que tu casa

Por lo menos en mi caso, la respuesta sería un sí. N o quiero que esto suene trágico, simplemente es una reflexión que hago muy a menudo, y es que mi abuelo murió cuando yo era bastante pequeña, y a pesar de no haber tenido a duras penas tiempo para conocerle, además de ser solo una niña, le echo de menos.  Hay gente que puede mirar con cara de loca a aquellos que afirman echar de menos a familiares junto a los que apenas pasaron tiempo, pero no sabría cómo definirlo. Tampoco es un echar de menos en el sentido de desear poder revivir todos los momentos transcurridos junto a él, porque tampoco tengo muchos recuerdos suyos. Es más bien el echar de menos lo que sé que significaría él ahora en mi vida. Al fin y al cabo, creo que a todos nos ha surgido la pregunta de cómo serían nuestras vidas ahora si X persona siguiese aquí. Simplemente no puedo llegar a imaginarme cómo sería la vida ahora teniendo a mi abuelo aquí porque era muy pequeña y me he acostumbrado, pero por ejemplo imagino a mi

  Teletrabajo Desde hace un año y medio, no hay día que no hayamos escuchado la palabra Covid. Ello ha causado distintos cambios en nuestra sociedad. Uno de ellos, el teletrabajo se ha incrementado mucho y parece que ha llegado para quedarse, ¿o no?   Lo primero que se me viene a la cabeza con este tema es el doble ahorro de tiempo y dinero para las empresas. El espacio está minimizado y los edificios no son tan utilizados por lo que no tienen tantos gastos. Por otro lado, para los empleados supone un ahorro de gastos de desplazamiento y tiempo.   A simple vista, no parece que tenga muchas desventajas pero si te paras a pensar, la comunicación es fundamental y estando presentes físicamente es más fácil entenderse, que hablando con alguien a través de una pantalla. También con el teletrabajo, se pierde parte de la relación entre los compañeros siendo ésta más difícil. Asimismo, de cara a las empresas, hay más dificultad para controlar el trabajo de los empleados por esta vía.   Dependie

  ¿Os podéis imaginar lo que significa que te desalojen de un día a otro de tu casa? Hace un par de días me enteré de que el volcán de Teneguía en La Palma tenía una alerta de erupción. Lamentablemente las previsiones se han cumplido y el volcán ha estallado dejando daños materiales. De momento 700 personas han sido evacuadas de sus casas por precaución. Desde pequeña llevo veraneando en Lanzarote, isla bastante volcánica. En varias ocasiones me he parado a pensar lo que sucedería si un volcán estallara. Por eso mismo, durante estos años he podido preguntar a algún lugareño y siempre viven con la preocupación y el riesgo de que pueda pasar una desgracia como esta. Sin embargo, lo que me dicen siempre es que es su tierra y no la abandonarían hasta que no fuese peligroso, como es el caso. He oído casos como el de una mujer que es desalojada de su casa y se refugia en casa de su hermano, y horas después han tenido que abandonar la casa de su hermano. Esto da a pensar cómo te puede cambiar

Parándome a pensar en lo que he conseguido hasta el día de hoy, me he dado cuenta de que todo ha sido gracias al apoyo que he recibido de la gente que me rodea pero sobre todo, de la motivación que me han transmitido. Si os soy sincera, podré ser de las personas que más rápido se agobia, por mucho que sea una chorrada; por ejemplo, nos avisan que hay un examen dentro de dos semanas y ya estoy pensando en todo lo que me va a costar organizarme, hacer todos los trabajos, estudiar y sacar buena nota, y ¿sabéis qué? después de tanto agobio y organización acabo dejando todo para el último momento, y luego pasa lo que pasa, lloros por pensar que no saco el curso adelante. Probablemente sea de las cosas que menos me gusta de mí, soy consciente de que ya es hora de cambiar.  A veces pienso que es porque realmente no sé dónde quiero acabar, no sé qué va a ser de mi futuro ni a qué aspiro profesionalmente, es decir, no tengo esa motivación que necesito. Diariamente veo a gente que se mata por sa

Hoy en día podemos ver cómo todos, o prácticamente todos, dando igual la edad, que por desgracia cada vez es menor,  tenemos redes sociales, tanto instagram, como Facebook, Snapchat, tik tok... Es un método donde podemos publicar cosas que nos gustan, que no nos gustan, subir nuestro día a día, hablar con gente diferente, de otros países y culturas. Subir fotos llenas de filtros, que nos hacen parecer más guapos, llevadolo al extremo de no saber reconocer a alguien si no nos enseñan su perfil primero. Difundir noticias para    " ayudar a mejorar el mundo" cosa por la que luego no movemos ni un pie, como por ejemplo, cuando resubimos una historia quejándonos de algo o pidiendo ayuda. ¿En serio os pensáis que eso hace algo?? Por favor, si queremos solucionar algo, nos levantamos. Es cierto que podemos ayudar a gente con las redes sociales, cosa que muy pocas veces he visto.  Lo más notorio, es que mucha gente a través de usuarios anonimos, ya que no tienen lo que hay que tener

  El mar Desde que era pequeño, siempre he sido una persona a la que le ha gustado mucho bañarse en el mar durante horas y horas; sin embargo, un día tuve la mala suerte de que en uno de mis duraderos baños, pisé un erizo de mar y se me clavaron nueve púas en la planta del pie. Rápidamente mi madre me llevó a un hospital que estaba cerca y me las fueron sacando una por una con unas pinzas, las cuales me impresionaron por su gran tamaño.  Verdaderamente fue una experiencia desagradable y dolorosa que no me gustaría repetir y desde aquel día mis baños en el mar cada vez eran más cortos y cuidadosos. Desde aquel momento empecé a coger el gran respeto que hay que tenerle al mar y a todas la extrañas criaturas que habitan en él. Con esto no quiero decir que el mar me haya dejado de gustar, es más, todo lo contrario; ahora mi mente es lo suficientemente capaz para entender lo increíble e inmenso que es el mar y todas las grandes virtudes que tiene escondidas. Otra cosa que me parece increíbl

  ¿Conocéis a alguien al que no le guste viajar? Yo no conozco a nadie , de hecho, siempre que preguntan a otras personas que es lo que más les gusta , el 98% de ellos siempre responde viajar.Yo también es una de las cosas con las que más disfruto aunque he de decir que no he viajado todo lo que me hubiese gustado , pero para eso ya tendré tiempo.  Lo bueno de ello es que no hace falta que vayas muy lejos, simplemente puedes coger el coche o un bus e irte a Donosti por ejemplo. Pero también es cierto que por lo general cuando alguien se va de viaje se suele ir más lejos, suele aprovechar a cogerse unos días en un hotel y de esa manera evadirse de la rutina y descansar, o también , otros deciden cogerse un apartamento o un hotel y visitar los diferentes pueblos y playas que hay a su alrededor y los monumentos más famosos de ese lugar. Pero realmente, ¿por qué nos gusta viajar? He llegado a la conclusión de que probablemente sea romper un poco la rutina.  Además , cuando una persona se v

 UN BUEN SUSTO El año pasado, en la última semana de verano, ya que mis padre se iban de viaje fuera de Bilbao, tuve la idea de irme a casa de un amigo hasta que volviesen. Tras asegurarme de que no había problemas ni por parte de mis padres ni por parte de los de mi amigo, él y yo empezamos a planear lo que íbamos a hacer esos días: ir a la playa, salir por la noche...  Cuando llegó el día de irme a su casa, preparé la maleta y junto a mis padres nos dirigimos hacia la casa de mi  amigo en coche. Durante el trayecto sentí que me estaba mareando un poco, pero no le di importancia debido a que asumí que era por ir en coche. Una vez allí saqué la maleta del maletero, me despedí de mis padres y subí a la casa de mi amigo, pasadas ya unas dos horas seguía con ese mareo, pero esta vez había empeorado, por eso decidí que me iba a ir a la cama pronto porque seguramente solo necesitaba descansar un poco. A la mañana siguiente, todo fue a peor, el mareo se convirtió en un dolor de cabeza consta

  A lo largo de toda mi vida mis padres me han apuntado a mil actividades. He probado todas las extraescolares posibles. Yo creo que mis padres confiaban en que algo se me diera bien, pero tristemente no ha sido así (ya lo siento).  Lo primero que hice fue tocar el piano; iba a una academia y cuando teníamos las audiciones para los padres, mientras todos mis compañeros podían tocar solos, a mi me acompañaba la profesora porque nunca llegué a pillar el orden de las teclas. También hice guitarra durante un tiempo pero me dolían los dedos y lo acabé dejando. Me apuntaron al coro pero la verdad que tampoco me fue mucho mejor, la profesora siempre me decía que me quedara callada mientras los demás cantaban para “coger el tono”, creo que eso era una mala señal…  En gimnasia rítmica siempre me castigaban por hablar y una vez en una competición hice todo al revés y descalificaron a mi grupo. En baloncesto la entrenadora siempre me decía que al tirar a canasta parecía una rana. En las clases de

 Puede que esto sea más común entre los jóvenes, o por lo menos se me vienen ellos a la cabeza cuando pienso en lo importante que puede llegar a ser la música para las personas. Puede que sea porque yo soy joven y porque es el entorno que más me rodea, aunque claro que también hay gente adulta que sabe de lo que estoy hablando y se siente identificada con lo que a mí me pasa. Para mí la música significa diferentes cosas, puede ser mi zona de confort, mi salida de emergencia o incluso mi parque de atracciones, ¿por qué no? Todo depende del momento, de la situación, de la época que estés pasando y de las emociones que estés sintiendo en ese mismo instante. Puedes hacer volar tu imaginación, creerte que estás donde quieras estar, con quien quieras estar o haciendo lo que te de la gana. Eso sí, hay que tener cuidado y controlar siempre la imaginación, ya que como su propio nombre indica, no es la realidad, sino la verdad en la que nos gustaría vivir si pudiéramos.  Además, creo que no ando

  ¿Conocéis a alguna persona que haya pasado el Covid dos veces? Supongo que la mayoría seguramente no. Pues bueno, ya me conocéis a mi. Sí, dos veces, es posible, yo soy la prueba de ello supongo.Todo el mundo tiene la misma reacción cuando lo cuento y me miran asombrados. Mala suerte supongo. La primera fue en noviembre, pero ahí no estaba “sola”, sino que confinaron a 35 personas, los que estabais en mi clase el año pasado lo sabéis bien. Recuerdo perfectamente como un maldito viernes 13 nos enviaban a casa. Ya estábamos todos tensos y el miedo estaba en el aire, ya que poco a poco iban cayendo compañeros. Cada semana daba positivo alguien nuevo, de hecho llegó a haber un momento en el que había unos 12 confinados y al estar en aulas espejo había incluso más gente en videollamada que en clase. Recuerdo que había 3 positivos, y todos estábamos preocupados y no sabíamos qué iba a pasar, si nos iban a mandar a casa o no. Creo que todos recordamos el momento exacto en el que se confirmó

- Quien eres?.  Me preguntó el otro día una amiga.  Era una pregunta que realmente nunca me había parado a pensar.  Ahora, pensándolo bien y con tiempo, me he dado cuenta de que yo cambio constantemente, es decir, si me analizo ahora, la percepción que pueda tener será diferente a la de hace un año. Creo que soy un compendio de todo lo que he vivido, todas las decisiones, buenas y malas que he tomado.  Pienso que en parte, y por mucho que no me guste admitirlo, soy también lo que la sociedad pide que sea, en su justa medida. En función de los ojos que me miren, puedo ser de una forma u otra, dependiendo el momento o las circunstancias que vivamos. Hay muchas veces, que si nuestra vida en un justo tiempo o durante un largo periodo, es injusta, o ingrata, podemos llegar a cometer actos que a la hora de la verdadad son causados por ese dicho momento y no hacen justicia a nuestra forma de ser.  Pero no por ello eres mala o buena persona. He llegado a la conclusión, de que quienes somos, de