Lucia 3/6

El debate sobre lo que dijo el exministro Jaime Mayor Oreja, que afirmó que entre los científicos “está ganando” la idea del creacionismo frente a la teoría de la evolución, me parece bastante polémico y, sobre todo, poco realista. En mi opinión, la mayoría de científicos siguen apoyando la evolución de Darwin porque hay muchas pruebas que la confirman, como los fósiles y estudios de ADN. Decir que el creacionismo está triunfando en la ciencia no tiene sentido y puede confundir a la gente, especialmente a estudiantes jóvenes que todavía están aprendiendo a distinguir entre opiniones y hechos científicos.

Sobre la pregunta de si los padres deberían decidir lo que se enseña en los institutos públicos, creo que es normal que quieran transmitir sus valores y creencias a sus hijos, y eso es respetable. Pero pienso que la escuela pública debe enseñar conocimientos claros y científicos, basados en pruebas reales, y no en creencias personales. Si cada familia pudiera cambiar los contenidos, cada instituto enseñaría cosas distintas y no habría una base común para todos los estudiantes. Además, la ciencia no funciona según lo que queremos creer, sino según lo que se puede demostrar con datos.

En cuanto al creacionismo, pienso que es una creencia válida desde el punto de vista religioso o espiritual. Hay personas que necesitan una explicación más profunda sobre el origen de la vida, y eso es comprensible. Pero no creo que deba enseñarse como ciencia porque no sigue métodos científicos: no se puede comprobar, ni experimentar, ni demostrar con pruebas. En cambio, la teoría de la evolución se estudia y se revisa constantemente, y tiene muchas evidencias que la apoyan.

Creo que lo mejor es que en los institutos se enseñe ciencia en la clase de biología, y que las ideas religiosas se traten en otras asignaturas como religión, filosofía o ética. Así se evita mezclar hechos científicos con creencias personales, y cada estudiante puede crear su propia opinión con información objetiva y clara.