Blog V Telmo

 Todos tenemos una canción que nos marca para siempre. La mía es Como si fueras a morir mañana de Discomanía. La escuché por primera vez en un viaje con mis amigos. Íbamos cantando de todo, pero cuando sonó esta, todos nos quedamos en silencio. La letra hablaba de vivir el momento, de no dejar las cosas para después. En ese momento pensé que muchas veces vivimos con prisa, sin disfrutar lo que tenemos.

Desde entonces, cada vez que escucho la canción me hace pensar. Me recuerda que la vida pasa rápido y que no hay que esperar a tenerlo todo perfecto para hacer lo que te gusta. A veces la pongo cuando estoy triste o cansado, y me da energía. Otras veces, simplemente la escucho por gusto. Tiene una melodía que te engancha y unas palabras que llegan directas.

También me trae recuerdos muy bonitos. Me acuerdo de los viajes al pueblo, de las fiestas, de cantar con mis amigos a pleno pulmón. Cada vez que suena, me transporta a esos días sin preocupaciones. Es como volver a un momento feliz, aunque solo sea por unos minutos. Esa mezcla de alegría y nostalgia es lo que más me gusta de la canción.

Supongo que por eso es “la canción de mi vida”. No porque sea la mejor del mundo, sino porque tiene un significado especial para mí. Me enseña a valorar lo que tengo y a no dejar nada para mañana. A veces una canción no solo se escucha, también se vive. Y esta, sin duda, me recuerda vivir como si cada día fuera el último.