Blog 5 Ander Parra

 La canción sobre la que voy a hablar hoy es una canción que me ha acompañado toda la vida. La llevo escuchando desde que soy pequeño y espero seguir escuchándola por muchos años más. Realmente no es una canción, sino un himno. El himno del Athletic. Supongo que al vivir en Bilbao o alrededores todos habréis escuchado esta canción. Es una canción muy especial para mi porque es la que representa el equipo de mi vida.  Mi aita siempre dice que el Athletic no es solo un equipo, es una forma de vida, y yo creo que tiene razón. Cada vez que suena el himno se me pone la piel de gallina.

Recuerdo que la primera vez que lo escuché en directo fue en el antiguo San Mamés, cuando fui con mi aita a ver un partido. Había un ambiente increíble, la gente gritando, agitando las bufandas, y cuando empezó el himno todos se pusieron a cantar. Yo también canté, y aunque no me sabía toda la letra porque era muy pequeño fue un momento muy emocionante, de esos que no se olvidan. Aún lo sigo escuchando con él cada fin de semana y la sensación sigue siendo la misma. 

Por otro lado, el Athletic representa la unión de Euskadi y su gente, así como se escucha en el himno. Creo que es algo muy bonito, ya que los euskaldunes somos diferentes, con nuestra cultura o idioma. El Athletic, con su himno representa todo eso. Además la canción es en euskera, lo que para mi le da un plus.

Es una canción que une a toda Bizkaia, en cualquier partido o fiesta encontrareís gente cantando al unísono. No importa si son jóvenes o adultos, hombres o mujeres, de Bilbao o de Bermeo, que estarán cantando todos juntos. Por eso creo que es una canción especial. Es precioso ir a San Mamés y ver a 50.000 personas cantando juntos.

Hay muchas canciones que me gustan, pero ninguna me hace sentir lo mismo. Cuando escucho el himno del Athletic, siento que estoy en casa, aunque esté lejos. Me da alegría, emoción y un sentimiento de pertenencia que no se puede explicar con palabras. Por todo eso, el Himno del Athletic es la canción de mi vida. Porque no solo me recuerda a un equipo de fútbol, sino también a mi familia, a mis raíces y a los momentos más felices que he vivido.