Fin a Escolapios

 Mañana es nuestro último Lunes de clase normal en Escolapios, y así con todos los días de la semana. La verdad que, siendo totalmente sincero, es algo que me da bastante pena. Y es que, este colegio, y sobre todo, las amistades que he forzado aquí han sido parte de 17 años de mi vida, y de pronto todo se acaba. Ahora cada uno marcaremos nuestro camino, y poco a poco dejaremos de ver los rostros que ahora vemos a diario. Es por ello que me gustaría hacer una breve reflexión sobre cómo han sido estos años en el cole, mis mejores experiencias o lo que me habría gustado cambiar. Aunque eso sí, sin antes recalcar que también tengo unas ganas inmensas de empezar ya una nueva etapa, conociendo gente nueva y avanzando en mi futuro. 

Echando la vista atrás yo no tengo duda en que lo mejor que me ha regalado este colegio han sido las personas que he conocido. Desde personas con las que llevo desde infantil a las que voy conociendo poco a poco a día de hoy y de las cuales voy aprendiendo cada día. Sin duda son personas con las que he compartido millones de momentos inolvidables, que se guardarán en mi mente para toda la vida. 

Todavía recuerdo algunos momentos de mi primera etapa en el cole, en infantil, con búsquedas del tesoro a escondidas en clase, jugando en las colchonetas de la sala de psicomotricidad o cuando una compañera me pilló el dedo con la puerta de clase. Primaria la recuerdo como una etapa en la que la clase se unió de forma bestial, en la que todos éramos amiguísimos de todos, lo que la hizo una etapa muy bonita. La ESO fue una etapa con cambios, en la que por suerte empecé a conocer a muchas personas que hoy considero grandes amigos y en la que empecé a madurar un poco más. Y finalmente bachiller, una etapa que está siendo dura pero a su vez clave para empezar a marcar mi camino. 

Sinceramente, no borraría ningún recuerdo, y es que al fin y al cabo hasta lo peor que me haya podido pasar me ha servido como aprendizaje, que creo que es de lo que se trata un colegio, de aprender más allá de los conocimientos académicos. 

En definitiva, que pese a que ya no volvamos a pisar las clases del cole de la misma manera, siempre habrá un lugar donde guardaré todos los increíbles momentos que he vivido aquí.