Echando la vista atrás
Después de dos años de haber estado estudiando en este colegio, he conocido a mucha gente y he vivido nuevas experiencias. Hacía tiempo que no cambiaba de lugar de estudio, por lo que tuve esa experiencia de estar en un lugar desconocido con gente que no has visto nunca.
Por suerte, a medida que pasaron los días, me he ido familiarizando con el lugar y la gente. Es gracioso, en unas semanas me voy a ir y parece como si ayer mismo hubiera llegado. Lo mismo me pasó en la ESO y estoy seguro de que en la universidad también se repetirá.
Estos dos años me han servido para conocer a mucha gente, y lo que sí que puedo decir es que gracias a esta he aprendido un montón. No solo lo que hemos aprendido en clase, sino de esas lecciones que se quedan contigo por el resto de tu vida, y que te dan recuerdos que nunca olvidas.
Lo más importante que he aprendido aquí es, sin duda, no tenerle miedo al cambio. Dejar mi zona de confort y salir ahí afuera, y aunque en alguna de ellas me tenga un mal rato, que esa no sea una razón para probar cosas nuevas y conocer gente nueva. Solo tenemos una vida y hay que aprovecharla lo más posible.
No todo ha sido perfecto, claro. Ha habido momentos de estrés, decepciones, alguna que otra frustración… Pero todo eso también forma parte del aprendizaje. Si pudiera borrar algo, quizás serían los momentos en los que no supe valorar lo que tenía delante o cuando dejé que el miedo me impidiera disfrutar. Aun así, todo eso me ha enseñado a ser más fuerte, más consciente y más agradecido.
Este siguiente cambio en mi vida me sirve para recordar que para bien o para mal, las cosas nunca van a quedarse igual por siempre. Hasta en mis peores momento puedo darme cuenta que todo es pasajero, por lo que en lo único que me tengo que preocupar es no olvidarme de ver lo positivo en las cosas.
Por último, solo me queda agradecer a la gente que me ha acompañado, tanto amigos como profesores, que han hecho que ir a clase no sea solo memorizar temario y hacer exámenes, sino un sitio por el cual merece la pena despertarse los lunes por la mañana. Quizá algún día nos volvemos a ver, si eso pasa, no puedo esperar para ver lo mucho que hemos cambiado una vez más. ¡Gracias por cada conversación, risa y momento compartido!
Comentarios
Publicar un comentario