BLOG XIX

 Estamos a pocos días de terminar el curso, y con él, también se acaba nuestra etapa en el colegio. Han sido muchos años, muchas experiencias y muchos recuerdos. Cuando echo la vista atrás, no puedo evitar sentir una mezcla de alegría, nostalgia y también algo de miedo por lo que viene.

Yo empecé en este colegio en 2009, con la profesora Leticia. Tenía solo tres años y todo me parecía enorme. Ahora tengo 17, y después de 15 años aquí, este lugar ha sido como una segunda casa. He crecido entre estas paredes, he aprendido muchas cosas, he conocido a muchas personas, y he cambiado mucho.

Me quedo con muchos buenos momentos: los recreos con mis amigos, las excursiones, las risas en clase, los partidos en el patio, y también las conversaciones con algunos profesores que me han marcado. Ha habido muchos profesores buenos, personas que de verdad se preocupaban por nosotros, que enseñaban con paciencia y que dejaban huella. Otros no tanto, pero de todos se aprende algo, incluso de los que no te lo ponen fácil.

Si pudiera borrar algún recuerdo, tal vez serían los días en los que me sentí solo, o cuando no me sentía entendido por algún profesor o por algunos compañeros. También borrar algún examen horrible o esas semanas de estrés antes de selectividad. Pero al final, todo eso también forma parte del camino.

La conclusión que saco es que esta etapa ha sido muy importante para mí. He cambiado mucho desde aquel niño que entró por primera vez con miedo al separarse de sus padres. Me voy siendo más maduro, con más ideas claras, y con muchas ganas de seguir creciendo fuera del colegio.

Gracias a los amigos que se han quedado conmigo en todo este tiempo, a los profesores que me han ayudado de verdad, y también a los que me han hecho esforzarme más. Todo eso me ha hecho ser quien soy hoy.