Reseñas
Imagina que vas a un establecimiento o haces una llamada por servicio al cliente.Te han tratado mal,te sientes frustrado y quizás hasta molesto. El servicio que has recibido no ha sido el adecuado, pero,por alguna razón, sabes que dar una mala valoración podría afectar negativamente a la persona que te atendió, tal vez incluso poniendo en riesgo su trabajo. ¿Qué harías?
Por un lado,el trato que recibimos como clientes tiene que ser profesional y amable.Cuando eso no ocurre,uno tiene todo el derecho de expresar su descontento.Al mismo tiempo, también entendemos que detrás de cada interacción,hay personas, y a veces esas personas atraviesan días difíciles o circunstancias que no conocemos.
En mi caso,me ha pasado. Recuerdo una vez que llamé para resolver un problema con un servicio, y la atención que recibí no fue nada profesional.Me trataron de manera fría y distante, y mi problema seguía sin solucionarse.Al final,me sentí más frustrado que antes de llamar.Sin embargo,después de pensarlo,decidí que no quería perjudicar el trabajo de alguien.Aunque su actitud no fue la mejor, entendí que todos tenemos días malos, y podría haber sido un mal momento para esa persona.
Así que al momento de dar la valoración, decidí ser honesto, pero no cruel.Puse una crítica constructiva,señalando lo que podía mejorar sin hacer daño.Pensé que una valoración totalmente negativa no ayudaría a nadie, especialmente si esa persona podría aprender de un comentario más detallado.
En conclusión, creo que lo más justo es ser honesto y constructivo.Reconocer lo que estuvo mal,pero también ser comprensivo con las dificultades que a veces nos enfrentamos.Al final,todos somos seres humanos y podemos aprender unos de otros.
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