Dar una buena valoración de atención al cliente cuando me han tratado mal es complicado, pero si de eso depende el trabajo de alguien, lo pensaría dos veces. Todos podemos tener un mal día, y no siempre refleja cómo es una persona realmente. Si el mal trato no fue grave, podría dar una valoración neutral o suave para no afectar tanto.
Creo que eso define bien a cómo es cada persona, en el mundo hay que ser una persona empática, es decir, ponerse en la piel de los demás. Todos podemos tener un mal día de trabajo, y es lo más normal del mundo. Por eso mismo, no castigaria de esa forma al trabajador, nunca sabemos si justo ese día se le ha muerto alguien o le ha pasado algo por el estilo.
Sin embargo, sí fue una falta de respeto grande, creo que es justo decir la verdad. La sinceridad también ayuda a mejorar el servicio. Es importante tener empatía, pero sin dejar de lado el respeto propio.
Comentarios
Publicar un comentario