carta a ama

 Querida ama:

Si esta carta llega a tus manos, será porque yo ya no estoy en este mundo.

Quiero que sepas que me voy con el corazón lleno de amor por ti y por nuestra tierra.

Aunque tengo miedo, también siento una calma extraña, como si ya supiera que todo va a estar bien.

He pensado mucho en ti estos días, en tu mirada, en tu voz, en cómo me arropabas cuando tenía frío.

Me acuerdo del caserío, del sonido de las vacas por la mañana y del olor del pan que tú hacías.

No hay consuelo para esta despedida, ama, pero me da fuerza saber que tú me criaste fuerte.

Gracias por enseñarme a ser honesta, a trabajar duro y a no rendirme nunca.

No he hecho nada malo, ama, solo defendí lo que creía justo, con dignidad y con fe.

Las que estamos aquí, esperando el final, nos damos valor unas a otras con miradas y palabras.

Algunas rezan, otras cantan canciones de casa. Yo solo quiero escribirte a ti, mi ama.

No quiero que llores mucho por mí. Llora lo justo, y luego levanta la cabeza, como siempre hiciste.

Dile a aita que me acuerdo de sus consejos, de sus silencios, de su manera de querer.

A mis hermanas y hermanos, diles que los quiero mucho, que sigan adelante, que no tengan miedo.

Y a los vecinos, diles que les agradezco todo lo que han hecho por nosotras.

Si puedes, guarda esta carta como un recuerdo bonito, no como algo triste.

Piensa que me fui pensando en ti, que tus palabras me acompañaron hasta el final.

Aquí no estamos solas, ama, estamos todas unidas como una gran familia.

Nos ayudamos con pequeñas cosas: una sonrisa, una mano, un trozo de pan.

Aunque mis pies tiemblen, mi corazón está firme porque tú me enseñaste a ser valiente.

Ama, me duele pensar en tu tristeza, pero espero que el tiempo te cure un poco.

No me olvides, pero sigue viviendo, sigue riendo, sigue caminando por mí.

Yo estaré en cada rincón del caserío, en cada árbol, en cada estrella del cielo.

Reza por mí, pero no con pena, sino con amor y esperanza.

Ama, te quiero con toda mi alma.

Hasta siempre, ama.

Con todo mi amor,

Tu hija, Nora