Carta a ama
Querida madre:
Si esta carta llega a tus manos, es porque ya no estoy en este mundo. Me cuesta escribir estas palabras, pero siento que necesito despedirme de ti, que tanto me diste desde que era niño. No quiero que llores, madre. Quiero que sientas orgullo, porque me voy con la cabeza alta, sabiendo que luché por lo que creí justo.
Hoy me dijeron que al amanecer será el final. He tenido miedo, no te lo voy a negar, pero ahora estoy en paz. He pensado mucho en ti, en nuestra casa, en aquellos días felices antes de que la guerra lo rompiera todo. Recuerdo tus manos en mi cara cuando estaba enfermo, tus canciones mientras cocinabas, tus consejos que tantas veces no supe escuchar.
No tengo odio en el corazón, aunque me hayan condenado. Aquí, entre estos muros fríos, he visto lo peor y lo mejor de las personas. He rezado, he llorado, he perdonado. No quiero que sientas rabia por quienes me quitan la vida. Eso no me la devolverá.
He escrito también a mi hermana. Dale un abrazo fuerte de mi parte. Dile que cuide de ti, que no te deje sola. A mi padre, si aún vive, dile que lo perdono por su dureza. Ahora entiendo que solo quería protegernos, aunque no supiera cómo demostrar su amor.
Me voy tranquilo porque tú me enseñaste a ser valiente, a no tener miedo a la verdad ni a la muerte. Solo me duele no poder darte un último beso, no poder ver tus ojos una vez más.
No llores mucho por mí, madre. Vive por los dos. Y cuando mires al cielo, piensa que una estrella nueva brilla para ti.
Con todo mi amor,
Tu hijo.
Comentarios
Publicar un comentario