BLOG XVIII

Hace poco me mudé con mi pareja a un piso nuevo. Estábamos muy felices porque era nuestro primer hogar juntos. En el mismo rellano solo vivía una vecina, una señora mayor que se llamaba Carmen. Desde el primer día fue muy amable con nosotros. Siempre sonreía, nos traía comida casera y nos hablaba con cariño. Poco a poco, se volvió una persona muy especial para mí, como una abuela.


Un día, mientras estábamos en medio de la mudanza, la vi subir con una bolsa de cuero muy grande y pesada. Me ofrecí a ayudarla. Ella me dio las gracias, pero justo al llegar al ascensor, se puso mal. Le dio un ataque y murió allí mismo, delante de mí. Fue un momento muy triste y difícil.


Llamé a emergencias y traté de mantener la calma. Mientras esperaba, abrí su bolsa para buscar su documentación. Entonces vi algo que no esperaba: la bolsa estaba llena de billetes. También había un sobre con una nota escrita por ella. En esa carta decía que quería donar todo ese dinero al partido político Vox.


 Yo no estoy de acuerdo con Vox. Creo que es un partido que dice cosas muy duras contra las mujeres, los inmigrantes y otras personas. Pienso que sus ideas son machistas, muy conservadoras y que hacen daño. Carmen era muy buena conmigo, pero no podía entender cómo apoyaba algo así. En ese momento tuve que tomar una decisión. ¿Cumplo su última voluntad o no? Yo decidí no hacerlo. No podía dar ese dinero a un partido que representa todo lo que yo rechazo. No me parecía justo ni correcto.

Tampoco quise quedarme el dinero para mí. Preferí usarlo para ayudar a gente que lo necesita: asociaciones de mujeres, personas sin recursos, educación, salud. Creo que eso es lo que yo debía hacer. Sé que Carmen quería algo diferente, pero yo actué con el corazón y con mis valores. A veces, hacer lo correcto no es lo más fácil, pero es lo que uno debe hacer para poder dormir tranquilo.


Comentarios

Entradas populares de este blog

HOW TO

Blog XVIII (Autoría Hugo Castresana)

Tautograma