Reseña
Este tema es complicado porque hay dos lados de la moneda. Por un lado, si te han tratado mal en un sitio, es normal que quieras poner una mala valoración. Al final, cuando alguien da su opinión sobre un servicio, lo hace para que la empresa sepa si están haciendo las cosas bien o mal. Además, una mala experiencia puede arruinarte el día y nadie quiere sentirse maltratado cuando está comprando algo o pidiendo ayuda.
Pero, por otro lado, también está el hecho de que una mala valoración podría afectar directamente a la persona que te atendió. A veces, la gente tiene un mal día, está estresada o tiene problemas personales que no conocemos. No siempre significa que sean malos en su trabajo o que no les importe. Si su puesto depende de las valoraciones, una sola opinión negativa puede costarles mucho, incluso perder su empleo.
Por eso, creo que la mejor opción es ser honesta, pero también comprensiva. Si el trato fue horrible y sin razón, entonces una mala valoración es justa porque nadie merece ser tratado mal. Pero si simplemente fue un pequeño error o la persona parecía estar pasando un mal momento, quizás lo mejor es no ser tan dura. También se puede dar una valoración media y explicar lo que pasó sin exagerar.
Otra opción es hablar directamente con la persona o con su jefe antes de dejar una mala reseña. A veces, los problemas se pueden solucionar con comunicación y sin necesidad de perjudicar a nadie. Muchas veces, un malentendido puede hacer que una situación parezca peor de lo que realmente es.
En conclusión, todo depende del contexto. Si la persona realmente hizo mal su trabajo o fue grosera sin motivo, una mala valoración es justa. Pero si solo tuvo un mal día o cometió un error pequeño, quizás es mejor pensarlo dos veces antes de dejar un comentario negativo que podría afectar su futuro. Siempre es bueno ponerse en el lugar del otro y actuar con empatía.
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