La tentación

La vida está llena de todo tipo de tentaciones. Estas pueden manifestarse en pequeños deseos cotidianos e inofensivos como romper la dieta para disfrutar de una chocolatina, o en grandes dilemas morales. Un clarísimo ejemplo de lo segundo es el típico programa televisivo de Telecinco "La isla de las Tentaciones", al que acuden parejas para "reforzar su relación".

Siendo sincera, la vida me ha puesto aprueba en varias ocasiones, y en el caso de decir que nunca he caído en la tentación, estaría mintiendo. Cuando tengo que decidir entre pasar un rato más viendo mi intrigante serie de Netflix o empezar a estudiar, la tentación capta mucho más mi atención. Cuando he comido suficiente de mi plato favorito y tengo que decidir si dar mi comida por finalizada o darle un par de bocados más, la tentación suele encontrarse por encima. Cuando puedo quedarme unos minutos más entre las acogedoras sábanas, cuando me llega un mensaje al que no debería responder al momento, cuando ya he bebido lo suficiente, pero la fiesta continúa... se me ocurre cantidad de ejemplos en los que todos hemos caído en la tentación alguna vez.

En cuanto al arrepentimiento, considero que arrepentirse está bien. También soy de las que piensa que cuando hacemos algo que no deberíamos haber hecho, podemos aprender de ello y mejorar. Sin embargo, varios de los ejemplos que he citado anteriormente han hecho que me arrepienta de no hacer las cosas antes o de no escoger la opción correcta. De todas formas, nadie nace sabiendo, y equivocarse de vez en cuando no significa cárcel automáticamente. De hecho, todo lo contrario: debemos ser conscientes de las decisiones que tomamos y asumir las consecuencias de estas, para aprender qué es lo que nos conviene en cada situación de nuestra vida. Un ejemplo tonto es esta entrada del blog: ante la tentación de estar tirada en la cama cómodamente sin hace absolutamente nada, he decidido escribir esto, puesto que sé que más adelante me va a repercutir positivamente (obviando, claro, que son las 10 de la noche. Por algo se empieza).

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