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Hace unos días, Kylian Mbappé hizo unas declaraciones que no tenían que ver con el fútbol. Habló de política, animó a los jóvenes a votar y mostró su preocupación por el avance de la ultraderecha en Francia. Su mensaje generó muchas reacciones, entre ellas la de Unai Simón, portero de la selección española, quien dijo que prefería mantenerse al margen y centrarse en su trabajo. Esto abrió un gran debate en las redes. Hay mucha gente que opina que los deportistas no deben opinar sobre temas sociales o políticos, y que se tienen que ceñir a entretener a la gente jugando.

Yo, al contrario de esta gente, pienso  que tienen derecho a expresarse, como cualquier persona. No dejan de ser ciudadanos solo porque visten una camiseta o salen por televisión.

Ademas hoy en día especialmente los deportistas tienen una enorme influencia. Lo que dicen puede llegar a millones de personas, especialmente a jóvenes. Por eso, si sienten la necesidad de hablar sobre algo que les preocupa, deberían sentirse con la libertad de expresar su opinión, la misma libertad que tenemos todos los demás.

No se trata de obligarlos a compartir su opinión ya sea política o de cualquier persona otro tema. Unai Simeón, por ejemplo ha decidió no meterse en ninguna polémica, cosa que respeto. Sin embargo, decir que ni deberían opinar es tratar de silenciar a alguien, y yo considero que la libertad de expresión es un derecho para cualquiera, da igual que seas un futbolista que gana millones.

El deporte no vive en una burbuja. Forma parte de la sociedad. Y cuando un jugador usa su voz para hablar con respeto y conciencia, está mostrando algo muy valioso: compromiso con su país y preocupación por el avance de este. 

Para mi esto no es una cuestión política, ser de derechas o izquierdas, sino intentar concienciar a una generación que cada vez más se está inclinando hacia un extremo que no respeta a la gente. Es por ello, que yo aplaudo lo que ha hecho Mbappe, ya que ya sabría la oleada de críticas que le llegarían, pero ha decidido hacer lo que es moralmente correcto para el e intentar usar su gran influencia para impedir que miles de jóvenes  voten a un partido que atrasarían todos los avances sociales que se han ci seguido en Francia.

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