Blog XV

 Los personajes públicos como cantantes, actores, deportistas o cualquier persona conocida de cualquier parte del mundo poseen, a diferencia de otras personas comunes, una característica a la que no todos tienen acceso y es la repercusión social que implica cuando estos dan su opinión sobre cualquier ámbito o tema actual en nuestra sociedad.

Hoy tenemos como ejemplo claro las declaraciones de Kylian Mbappé en una rueda de prensa en la cual, junto a otros 200 deportistas y exdeportistas de diversas disciplinas, firmaron un acuerdo en el diario deportivo L'Équipe para fomentar el voto de los jóvenes espectadores de la entonces jugada Eurocopa para votar contra la extrema derecha, llevándonos así a la respuesta del jugador Unai Simon, dando una reflexión de la repercusión social que tienen los futbolistas y cómo no deberían mezclarse la política y el fútbol y cómo, según declara, "debería dedicarse a hablar solamente de temas deportivos".

Primeramente, hay que tomar en cuenta ambos puntos de opinión. Para empezar, hay que saber que Mbappé es antes un ciudadano y persona que un futbolista y que, como cualquier ciudadano, tiene su punto de opinión política y que decidió aprovechar su repercusión para hacer este llamamiento a votar y que está en todo su derecho por la libertad de expresión.

Esta libertad de expresión es un arma de doble filo para este tipo de personas; el dar a expresar su opinión o punto de vista sobre un tema los conlleva a tener en cuenta más consecuencias a diferencia de cualquier otra persona. Es por eso que jugadores como Unai Simon prefieren conservar y mantener privada su opinión sobre otros temas.