Blog 1. AUTORÍA PABLO CHAO
La tentación es algo que todos conocemos. A veces aparece como algo pequeño, como un trozo de pastel cuando estás a dieta. Otras veces, es más grande, como hacer algo que sabes que no deberías, pero que en el momento parece lo mejor. Todos, en algún momento, hemos sido débiles ante la tentación.
En mi caso, confieso que he caído más de una vez. Una de las tentaciones más fuertes que he tenido fue decir una mentira para salir de un problema. No fue una gran mentira, pero sí fue suficiente para sentirme mal después. En ese momento, pensé que era la salida más fácil. No quería enfrentar una situación incómoda, así que simplemente dije lo que la otra persona quería oír.
Durante unos días me sentí tranquilo, como si todo se hubiera resuelto. Pero luego vino el peso del arrepentimiento. Me di cuenta de que, por evitar un problema, había creado otro. Me sentí mal conmigo mismo por no ser sincero. Aprendí que enfrentar la verdad puede ser difícil, pero mentir trae una culpa que dura más.
Otra tentación, más leve pero constante, ha sido mirar el móvil cuando sé que debo concentrarme. Estar en redes sociales cuando hay trabajo que hacer. A veces pierdo horas sin darme cuenta, solo por no tener fuerza para dejarlo a un lado. Luego me arrepiento por haber perdido tiempo valioso.
Creo que todos podemos ser débiles ante la tentación. Lo importante es aprender de esos momentos. No siempre lo logramos, pero poco a poco, con errores y reflexión, podemos crecer. Arrepentirse es parte del proceso, pero lo importante es no quedarse solo en eso. Hay que intentar hacerlo mejor la próxima vez.
Comentarios
Publicar un comentario