¿Rechazarías tanto dinero?
Hace un tiempo, una amigo de la infancia perdió a su padre y acordé reunirme con él para intentar levantarle el ánimo. Mientras charlábamos, me habló, con gran dolor, sobre una historia muy impactante. Su padre, mientras paseaba en el coche por Bilbao, atropelló a un niño, el cual falleció durante el acto. En lugar de preocuparse por lo que había hecho, huyó del lugar. Desde que su padre contó los sucesos, todo entre ellos cambió y su relación ya no fue la misma. Al escucharle, me quedé loco y confuso, pero traté de consolarle y ayudarle a calmarse un poco.
Horas más tarde , salí a tomar algo con algunos primos. Fuimos a un bar y al entrar, me di cuenta de que había una chavala de muy joven poniéndome ojitos. Se acercó y comenzamos a charlar, tenía iniciativa. Me cayó bien y sentí una química especial con ella. A medida que avanzaba la noche, empezamos a compartir cosas más profundas. Por eso, le conté la historia del padre de mi colega, ya que no podía dejar de pensar en ese suceso tan aterrador. Un rato después, al regresar a casa, no podía dejar de reflexionar sobre lo que había hecho. Hablar de ello con un "casi" desconocido me pareció absurdo y fuera de lugar, pues mi amigo había confiado en mí al hablarme de ello. Intenté olvidar el asunto, ya que no volví a ver a esa chica nunca más.
O eso creía yo, meses después, recibí una llamada de un número que no conocía, desde oculto. No sé porque decidí coger la llamada, cuando yo suelo dejar que suene el tono hasta que cuelguen. Nada más oír la voz de quien me llamaba se me vino a la mente aquel día de nuevo. Era la chica a la que le conté la historia del padre de mi amigo hace un año. Me dijo que desde entonces no había podido dejar de pensar en esos sucesos. Incluso mencionó que había escrito un guion basado en la historia y lo había enviado a un editorial. Le ofrecieron un millón de euros y me propuso darme una parte por haberle inspirado la idea. Me quedé en silencio durante unos minutos, sin saber qué decidir. Era una elección muy complicada.
En un caso, podrías traicionar la confianza de tu amigo y en el otro, dejar escapar una oportunidad que podría transformar tu vida. El dinero viene y va pero arriesgarte a perder una amistad de toda la vida, puede hacer que no vuelvas a ver a una persona que valoras mucho. Al final, el verdadero valor de un amigo que ha estado a tu lado siempre supera cualquier millón. También consideré la posibilidad de hablar con mi amigo y compartir el dinero que nos ofrecían. Esa idea me pareció la más acertada pero, no la llevé a cabo.
Por otro lado, contacté con Mediaset Epaña y, al final, se retransmitirá en La 2 un documental sobre los hechos de aquel día. Tras hablarlo con mi amigo y con mi cita, han decidido tomar parte en este proyecto, en el que nos hemos llevado 2 Kilos por cabeza. Actualmente, los tres somos vecinos en una urbanización por la zona de Derio. Empastado se vive muy a gusto.
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