¿Me tomo pastilla?
Soy profesora, activa en redes sociales, y habitual participante en un blog de debate sobre el tema de los retoques estéticos en la sociedad actual. El blog es un éxito, especialmente entre la gente joven, donde se está poniendo de moda hacerse retoques estéticos cada vez a una edad más temprana.
Personalmente soy lo que mi abuela llamaría una chica “rellenita”. Sin embargo, mi peso nunca me ha supuesto un problema de autoestima y siempre me he encontrado a gusto con mi cuerpo. A lo mejor por esto, en el blog que participó siempre me he posicionado del lado de los críticos con las personas que cambian su apariencia con retoques estéticos para aparentar menos edad, disimular defectos, etc.
Sin embargo, recientemente, en una revisión médica, mi médico me ha recomendado perder peso por riesgo para mi salud, y me ha ofrecido dos opciones. Podría cumplir con una rutina diaria de ejercicios físicos, acompañados de una dieta, durante un mínimo de seis meses, o bien podría tomar una pastilla diaria que provoca la disminución del apetito, con lo que conseguiría resultados en la mitad de tiempo y sin apenas cambios de hábitos en mi vida.
Si soy sincera no he tardado mucho en tomar una decisión. Soy de las que disfruta comiendo y el deporte no está hecho para mí, con lo que de elegir la primera opción se que, además de requerirme un gran esfuerzo durante mucho tiempo, mi estado de ánimo se iba a ver muy afectado, y para mal. Vamos que lo que mejoraría en salud física lo iba a perder en salud mental. Así que como he dicho no he dudado mucho en decidir qué voy a optar por la pastilla.
Una vez decidido, lo primero que me ha venido a la cabeza es que tendré que compartirlo en el blog que participo y tengo claro que voy a ser sincera y exponer los argumentos que me han llevado a esa decisión, consciente de que voy a actuar en contra de lo que he defendido siempre.
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