Los grafitis.

 Tras un año con un grafiti en la puerta de nuestro garaje, hemos tenido que volver a pintar la puerta. Nos ha costado 2500 euros, que es un gasto muy elevado ya que el año pasado también se tuvo que volver a pintar por culpa de lo mismo. 


Resulta convincente que son una forma de arte, sobre todo para las personas que les apasiona grafitear o simplemente ver grafitis. No obstante, considero oportuno que utilicen este arte en sitios privados donde sus propietarios no quieren. Por ello, puedo llegar a entender que esa gente pueda denominar actos vandálicos a este tipo de cosas. Esto no quiere decir que yo esté en contra de que se hagan. Pero para que todos estemos contentos con nuestro hobbies lo mejor sería que esos grafitis se hicieran en sitios públicos diseñados para ello y no en privados. Puedo llegar a entender que no haya muchos sitios públicos diseñados para ello, por lo que lo mejor sería hablar con los alcaldes para que puedan idear esos espacios públicos para satisfacer las necesidades de esos jóvenes.


Si no se toman estas sugerencias pueden seguir habiendo invasiones en estas propiedades y esto afectará tanto a los propietarios de la propiedad privada como a los propios jóvenes, ya que les multan con una cantidad muy elevada. 


  


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