Jaime Mayor Oreja
El blog de esta semana nos presenta a hablar: sobre una cuestión que nos puede surgir muchas dudas y es ¿son los padres los que tienen derecho a decidir la educación que reciben sus hijos en las escuelas e institutos públicos? ¿Qué opinas sobre las palabras del exministro? Actualmente, generalmente son los padres quienes se involucran al determinar qué tipo de educación reciben sus hijos en los centros educativos. No obstante, ¿no es verdad que en ocasiones se involucran excesivamente e impiden que los docentes practiquen a su forma? Es absolutamente verdad que los padres son los encargados de decidir cómo se desarrolla, se desarrolla y se maduran, y que poseen la responsabilidad de determinar su educación académica, lo que resulta bastante coherente. Además, algunos argumentan que ciertos colegios no reflejan sus valores o convicciones, por lo que buscan otras opciones que estén más vinculadas con sus pensamientos. En contraposición, numerosos argumentan que los padres son quienes mejor conocen a sus hijos, quienes conocen sus intereses, sus convicciones, de la manera en que mejor se ajustan... Por lo tanto, si los docentes de las instituciones educativas lograran escuchar las propuestas de mejora de los padres, todos estarían contentos y no existiría ningún tipo de conflicto entre padres y docentes. No obstante, si permitimos que los padres ejerzan un exceso de influencia en la educación que sus hijos reciben en los centros educativos, esto podría dañar a los alumnos que no tengan la habilidad de comunicarse adecuadamente entre sí. Esto ocurriría porque cada niño mostraría interés personal, lo que resulta bastante triste, dado que se estaría limitando a interactuar con nuevas personas. Además, existen padres que no logran comprender anímicamente a sus hijos, probablemente debido a que no se enfocan excesivamente en su educación. Para concluir, existe un intenso conflicto entre aquellos que consideran que los padres deben tomar decisiones sobre la educación de sus hijos y aquellos que no. Desde mi punto de vista, lo más aconsejable sería que las instituciones educativas se encarguen de satisfacer estas necesidades, dado que cuentan con especialidad en ello. Por otro lado, si los padres presentan quejas, deben considerar la posibilidad de trasladar a sus hijos a otros colegios, evitando así que los docentes sean culpables.
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