blog 2

Creo que estamos todos de acuerdo con que la relación entre el sufrimiento y la creatividad están relacionados de alguna forma. Una vida atormentada, marcada por sucesos trágicos, en muchas ocasiones dota al artista de una sensibilidad especial y única. A través de los eventos, el autor aprende a ver la vida y el mundo diferente. Muchas de las veces de una forma o de otra los sentidos del artista se transforman y se acoplan para poder transmitir emociones impensables.

Creo que vivir experiencias traumáticas no te da la garantía de ser un gran artista. Tampoco creo que ser un artista mediocre sea algo malo, pero bajo lo que yo entiendo por ser un gran artista, la definición va más allá de la calidad de lo que crees, sino en lo que a ti te hace sentir ser un gran artista. Me refiero a que ningún otro sentimiento se parece al de ser artista, a el poder y la vulnerabilidad que conlleva poder crear desde el dolor y lo más profundo y oscuro de tu historia. Me refiero a la capacidad del artista para poder sacar aquello que lleva dentro desde el puro dolor y en muchas ocasiones poner al espectador en la situación del autor. 

No quiero desacreditar a los artistas mediocres, aquellos que no cargan con traumas, diciendo que ellos no tienen la capacidad de hacerlo, pero aquellos que sufren tanto tienen la posibilidad de ahondar en lugares impensables, y por tanto crear obras desgarradoras. Por otro lado, no solo sacarías “en provecho” eso, también una forma de entender el mundo que poca gente tiene. 

Quizá sea una inconsciencia al elegir la opción de tener una adolescencia e infancia traumática, pero igual después de todo no sea tanto una condena.


Comentarios

Entradas populares de este blog

HOW TO

Blog XVIII (Autoría Hugo Castresana)

Tautograma