Aitor

El bullying no es nada nuevo. Da igual época o la edad, que siempre va a haber chavales que disfruten de pisar a los demás. Aún así, pienso que el bullying ha evolucionado a la par de las políticas contra este. 

En las escuelas ya no usan métodos tan directos como pegar o insultar, sino otros que pueden hacerse pasar como "simples bromas". Poner motes, reírse de ti o tratarte como a un apestado es lo que se lleva ahora. Muchas veces son los adultos responsables los que ven esto como natural entre los compañeros, otras veces son los propios estudiantes. En cualquiera de los dos casos el resultado suele ser el mismo: un niño o niña que ni ha llegado a la vida adulta, que es incapaz de defenderse a sí mism@ y que se culpa de todos sus errores.

A una víctima como Aitor le diría que sus compañeros no son nadie para burlarse de el. Los que realmente tienen un problema son sus compañeros, que son personas tan miserables que no tienen otra cosa mejor que hacer que usar su tiempo para amargarle la vida a otra persona. Pero aún más importante: que aunque lo esté pasando mal, tiene que recordar que todavía tiene toda su vida por delante y que seguramente en unos años no volverá a ver a esa gente. Cuanto más mayor te hagas, más libre serás de pasar tu tiempo con la gente que tu quieras. Pero ante todo le diría que recordase el refrán "Dime con quién andas, y te diré quién eres".

Con esto dicho, ¿qué hacer con los alumnos que se meten con los más débiles? Yo lo tengo muy claro: hacer que con el castigo los abusadores sientan lo mismo que su victima. Una manera de lograr esto podría ser haciendo que se disculpen delante de toda su clase y separar su mesa de todas las demás por un determinado tiempo para que sientan la misma vergüenza y soledad que la víctima. 

Hay mucha gente, en especial padres, que argumentan que en vez de castigar a sus pequeños angelitos, que son inocentes criaturas que no son conscientes de lo que hacen, se debería asegurar que en las escuelas se les eduque para que esto no pase. Las personas que dicen esto no solo me parecen unos insolentes. Pienso esto no solo porque ya hay asignaturas como religión, valores éticos y tutoría que existen precisamente para enseñar a los chavales a saber distinguir lo bueno de lo malo, sino que son precisamente los padres los que más se deberían preocupar del desarrollo de la personalidad de su hijo o hija. Naturalmente, la mayoría de padres no están capacitados para enseñar matemáticas, lengua o historia. Sin embargo, pienso que al decidir tener un hijo, uno debe asegurarse de que es capaz de enseñarle a ser buena persona, digo yo.

Como nota final me gustaría decir que en situaciones donde los mismos casos se repiten por mucho que se castigue, las escuelas deberían llevar a cabo una expulsión, independientemente del disgusto de los padres. Esto porque muchas escuelas se pasan todo el tiempo diciendo que no hay que tenerle miedo a reportar casos de bullying y que hay que defender al más débil, pero precisamente son estas las que tienen miedo de castigar estos comportamientos.

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