Viajes.
El viaje que menos me gustó que hice con mi familia fue el de Paris. Sé que os estaréis preguntando cómo es posible que no me gustara Paris si es la ciudad de la luz, la ciudad del amor, está la torre Eiffel etc. Pues la realidad es que no me gustó mucho ese viaje.
El viaje fue hace unos cuantos años. Allá por el 2019 o así. Yo era pequeño, eso es cierto, pero no os hacéis una idea de la cantidad de gente que había en esa ciudad. ¡Una barbaridad! Parecía que en cada esquina y calle regalaban cosas. Era asfixiante. Para pasar tenias que estar continuamente usando las 3 clásicas palabras: “sorry” o “excuse me”. No se podía andar ni 5 pasos seguidos sin tener que evitar a una marea de personas que seguían un palo con una bandera de algún país. Y aunque es cierto que la torre Eiffel me impresionó, (y mucho) no creo que compensara el agobio que se pasaba en esas calles que circundaban la famosa torre. Por no hablar del barrio en el que cogimos el apartamento… un barrio lleno de prostitutas, yonkis y camellos.
Está claro que no vi la mejor parte de Paris supongo, pero de igual manera me pareció que la sobre población o el sobre turismo que vivía esa ciudad tendrían que regularlo. Aunque actualmente sigo sin saber cuánto le costó a mi familia el viaje hasta la capital francesa, (y además con mi primo Unai) creo que ni de lejos estaría compensado con el estrés que sufrimos esos días o esa semana ya ni me acuerdo.
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