Viajes
Si tuviera que elegir, diría que el viaje del que mejor recuerdo guardo sería el que hice con mi familia este ultimo verano a Almuñécar, Granada. No hay parte del viaje de la que me pueda quejar. Todas los días nos dábamos un chapuzón en la playa o en la piscina y podía estar horas sin salir del agua de lo bien que me lo estaba pasando. Cuando anochecía, toda la familia veíamos alguna película juntos. Gracias a esto mi primo y yo vimos por primera vez X-men 1 y 2, que nos encantó a los dos. Además, visitamos la Alhambra, lugar que me impresionó muchísimo por toda su historia y su increíble arquitectura. No había pared del lugar que no tuviera relieves tallados con detalles milimétricos.
Por otro lado, diría que el peor viaje que he tenido podría ser cualquiera de los que hice a Madrid de pequeño. Esto se debe a que cuando era pequeño me mareaba muchísimo en cualquier viaje largo en coche, así que el viaje a la capital era un infierno para mí. Lo peor de todo es que para que no sufriera tanto, mi familia siempre me decía que me tomara unos chicles para el mareo que tenían sabor a menta, pero yo odiaba la menta, así que los viajes se resumían en mi yo de 9 años en un viaje de varias horas con el sabor de la menta el la boca y luchando por no vomitar. Como tal, me lo pasaba bien en Madrid, así que supongo que el viaje de ida el vuelta era el precio a pagar.
El lugar al que no volvería sería a cualquier parque natural que visité en las excursiones de mi colegio en primaria. Siempre que íbamos a uno, la experiencia se resumía en recorrer caminos kilométricos y leer carteles de animales que ni siquiera nos encontrábamos pero se suponía que vivían por la zona. Lo recuerdo así, pero estoy seguro que lo viví así porque era un niño pequeño impaciente.
Pienso que todo el mundo debería viajar todos los años. En el mejor de los casos un viaje a otro lugar del mundo puede servirte para relajarte, salir de tu zona de confort o aprender nuevas cosas y en el peor puede servirte como historieta que le contarás a tus nietos.
A mi me gustaría viajar a a cualquier país oriental como Filipinas, China o Japón para conocer su historia y cultura, me parece fascinante los diferentes puntos de vista que las civilizaciones de hace cientos o miles de años tenían sobre el mundo y sobre si mismos, cosa que se ve reflejada en su religión o hasta en el día a día en su sociedad actual.
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