Viajar

Considero que soy una persona que disfruta muchísimo viajando. Admito que cuento con la suerte de que casi todos los veranos, mi familia y yo podemos gozar del privilegio de viajar a algún lugar distinto, no demasiado lejos. Creo que cada una de las experiencias que he vivido a lo largo de los años me han marcado de una manera u otra, pues considero que viajar me ayuda a establecer un paréntesis en mi rutina. Pienso que eso es de agradecer.

Uno de los viajes que más he disfrutado ha sido el de Londres, en verano de 2022. Recuerdo aquel viaje con mucha emoción, y es que yo había estado queriendo ir a aquella ciudad inglesa desde varios años atrás. Descubrí un montón de lugares y monumentos que ni siquiera sabía que existían (algo que debo agradecer a mi aita, quien siempre planifica los viajes): catedrales como la de San Paulo, la icónica plaza de Trafalgar, el Sky Garden, el mercado de Camdem, y claro está, el Big Ben y el London Eye. Por no hablar de los momentos que pasé con mi familia en los pubs de la ciudad y los cafés que tanto disfruté allí. Fue un sueño hecho realidad. Siempre que pienso en aquel viaje me doy cuenta de las ganas tan grandes que tengo de volver algún día.

Otro lugar que me ha emocionado bastante ha sido el que he hecho este verano pasado. Fui a Oporto, y lo disfruté muchísimo también. Sinceramente, yo fui a este viaje sin tener las expectativas demasiado altas, ya que no era una ciudad que me emocionase tanto como por ejemplo, Lisboa. Sin embargo, una vez allí tuve que tragarme mis propias palabras, ya que la ciudad era encantadora. Me gustó mucho aquella arquitectura antigua y colorida a la que quizá no estoy tan acostumbrada, sin olvidarme de la imagen del Duero, el puente y las vistas, que me dejaron sin habla.

Aparte de aquellos viajes, he podido visitar algunos otros lugares casi tan geniales, como Roma o París, pero ya sea por el calor, o por el tiempo que ha pasado desde entonces, no los recuerdo con tanta exactitud. La cuestión es que viajar es un privilegio y un regalo para nada sobrevalorado, al menos en mi opinión. Honestamente, si pudiera, me pasaría descubriendo el mundo todo el día.