Tema Libre

El Coronavirus, también conocido como COVID-19, ha cambiado el mundo de manera que nadie imaginaba. Este virus, que se extendió rápidamente en 2020, obligó a millones de personas a quedarse en casa y a cambiar sus rutinas diarias. Los colegios cerraron, los trabajos se volvieron remotos y el distanciamiento social se hizo necesario para evitar más contagios.

Durante la pandemia, aprendimos a valorar cosas que antes dábamos por sentadas, como salir a la calle libremente, abrazar a nuestros seres queridos o simplemente ir al colegio. Las mascarillas y el gel desinfectante se convirtieron en parte de nuestra vida cotidiana. También vimos cómo la ciencia y la medicina trabajaron sin descanso para desarrollar una vacuna que ayudara a frenar la enfermedad.

Además, la pandemia nos hizo reflexionar sobre lo que realmente es importante, como la familia, los amigos y el bienestar de la comunidad. Aprendimos a valorar las pequeñas cosas, como salir al parque o abrazar a un ser querido.

Aunque el Coronavirus trajo muchos problemas, también nos mostró la importancia de ser solidarios y de cuidarnos unos a otros para salir adelante. En muchos ambitos cotidianos, nuestra manera de realizar diferentes tareas ha cambiado, por ejemplo, cuando entras en un hospital, en casa de tus abuelos… muchas personas han cogido la costumbre de desinfectarse las manos con gel desinfectante.

La preocupación de las personas mayores ha sido notable durante este periodo, la mayoría han visto su vida en riesgo, ya que ha sido una situación muy complicada tanto para hospitales como para centros de salud por el colapso de casos.

En resumen, el Coronavirus cambió el mundo. Probablemente a todos nos ha marcado de alguna manera, tanto como para aprender, socializar… Fue una etapa que ha marcado nuestras vidas para siempre.