Madrid

 Soy la pequeña de cuatro hermanos. Mis tres hermanos mayores viajan bastante y han ido a lugares exóticos que me encantaría conocer como Islandia, Maldivas, Sri Lanka o Madeira. Mientras tanto, el viaje más lejano que yo recuerdo es a París, con mis padres, cuando tenia 10 años.

A pesar de eso, tengo muy buen recuerdo de todos los viajes que hacemos en familia en Semana Santa a lo largo de España. Son viajes del tipo “turismo rural” en los que hemos visitado provincias como Soria, Burgos, Navarra… El último que hemos hecho ha sido a Segovia, donde me impresionó mucho el tamaño del acueducto, y pensar que está ahí, sin caerse, desde que lo construyeron los romanos.

Pero si tuviera que destacar un viaje tal vez sería uno que hicimos mis padres y yo, los tres solos a Madrid, un verano. Estábamos en San Carlos de la Rápita, un pueblo del mediterraneo donde pasamos las vacaciones desde que nací, cuando mi padre nos propuso coger el AVE desde Camp Tarragona hasta Atocha en Madrid, para ver el musical de El Rey Leon.

Viajamos los tres solos y fue mi primera vez en AVE. Descubrí que me encanta viajar en tren, por la posibilidad que te da de moverte de un lado a otro a lo largo del viaje y porque según llegas ya estás en el centro de la ciudad.

En Madrid hacía un calor horroroso, pero aún así visitamos un montón de sitios interesantes. En el Museo de Cera me saqué fotos con muchos famosos. Vimos la Puerta del Sol, donde está el mítico carillón que vemos cada Noche Vieja a la hora de las campanadas, el Museo del Prado…

Pero el mejor recuerdo lo tengo de la noche del musical. Fue en el teatro Gran Vía, justo en frente del hotel en el que nos alojábamos. Nunca había visto un musical y me quedé súper impresionada. Me encantó la música, el teatro, el ambiente, pero sobre todo el vestuario de los actores. Es algo increíble cómo se pueden caracterizar las personas como animales. No fueron las Maldivas, pero fue un viaje inolvidable.