DISCOMANÍA
La música tiene esa magia de transportarnos en el tiempo, de conectar canciones con momentos únicos que nos marcan para siempre. La casa por el tejado de Fito & Fitipaldis es una canción que cada vez que escucho me hace sentir feliz y acordarme de mis seres queridos.
Descubrí esta canción en un verano como cualquier otro, uno de esos veranos largos y calurosos, lleno de escapadas, amigos y horas en la carretera. Mis padres tenían una costumbre, que hoy me parece un tesoro, siempre ponían música en los largos viajes al pueblo. Aquellos momentos en los que la carretera se perdía en el horizonte, mientras el coche avanzaba al ritmo de esta canción, son los que hicieron que La casa por el tejado se quedará conmigo para siempre. Cada vez que la escucho, siento un hormigueo por todo el cuerpo. Es una mezcla de felicidad y nostalgia. Es como si me transportará de vuelta a esos días despreocupados de mi infancia, cuando mi única preocupación era ir a jugar al parque o llegar a casa a tiempo para ver mi serie favorita.
Al recordar esta canción siempre me veo en el asiento de atrás, observando el hermoso paisaje, mientras mi padre tararea la canción desafinado y mi madre, como siempre, bailando locamente al ritmo de la música. Me acuerdo de las innumerables risas que me producían estos pequeños momentos en familia. Es como si esa melodía contuviera todo lo que era mi vida en ese momento: la compañía familiar, la sensación de libertad y saber a ciencia exacta que esos días no volverían, pero que siempre podría revivirlos en mi memoria con el simple hecho de poner la canción otra vez. Esa música tenía el poder de transformar esos simples viajes al pueblo en recuerdos que, con el tiempo, se han vuelto más y más valiosos.
Cuando la pongo siento que vuelvo a ser esa mini María, la que se emocionaba con la brisa entrando por la ventana, la que vivía felizmente despreocupada, la que se reía descomunalmente cuando le hacían cosquillas... En esos 4 minutos en los que suena siento que todo es tal y como era entonces.
La casa por el tejado es más que una canción para mí; es una máquina del tiempo. No importa cuántos años pasen, siempre será mi puente a ese pasado lleno de risas, de amor, y de esa libertad que solo se vive una vez.
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