Tema libre: Arkham Asylum
Recuerdo el día que conseguí "Batman: Arkham Asylum", un momento que me hace esbozar una sonrisa cada vez que vuelve a mi mente. No hacía mucho que había comprado mi PlayStation 3 con el dinero que me habían dado en mi cumpleaños, y estaba viendo juegos con un amigo Hugo en un Game. No tengo muy claro cómo lo logré, pero conseguí que él me comprara el Grand Theft Auto V en su versión para dicha consola. Mucho menos recuerdo cómo logré convencerle de que también me comprara el ya mencionado juego del caballero oscuro. Supongo que el hecho de que no llegaran a costar 20 euros entre ambos juegos habrá sido el porqué, pero esto es solo una conjetura que hago mientras escribo esto, ya que recuerdo haber visto que pago con un billete de dicho valor y que el dependiente le devolvió algunas monedas.
Sin embargo, después de comprarlo, en casi 2 meses, el disco vio su caja abrirse una sola vez y únicamente para leer el manual, lo cual viendo hacia el pasado me parece bastante irónico. Cuando la PlayStation 3 tuvo un error en el lector de discos, hubo que reemplazarla. Fue entonces, en un momento en el que había perdido todas mis partidas de juegos anteriores, cuando decidí probar aquel juego. No sabía muy bien que me iba a encontrar, sabía de la existencia de la saga y también que tenía una comunidad medianamente grande, pero no tenía expectativas fuera de simplemente pasar un buen rato y disfrutar de una historia medianamente decente.
El inicio me atrapó completamente; ver la estética del manicomio, con su diseño gótico y atmosfera sombría y lúgubre. La increíble voz de Claudio Serrano, mi actor de doblaje favorito, siendo Batman una vez más y los diseños y voces originales que tenían los villanos, siendo mi favorito José Padilla interpretando al Joker. Todo lo que me planteó el juego en esos primeros 20 minutos de experiencia me resultó interesante y prometedor.
La historia, así como el universo original que el juego ponía sobre la mesa, era, sin duda, lo más interesante: una Gotham renovada con nuevas subtramas y personajes interesantes que plantear fue lo que más me enganchó. A grandes rasgos el juego daba la sensación de ser parte de un todo más grande. Fue de las primeras veces que auténticamente me interesó la historia y el trasfondo de un juego y de sus personajes, así como de su universo en sí. En retrospectiva, suena bastante estúpido, pero recuerdo que este juego me hizo sentir un héroe. No sé si fue gracias a la inmersión que ofrecía su universo tan bien diseñado o simplemente porque me dejó una profunda impresión, pero ese juego me hizo sentir cómo si fuera un héroe, uno capaz de vencer a cualquier trastornado que se me pusiera por delante. Al final de cuentas, el juego me pareció una obra bastante entretenida. No solo cumple con su función básica de entretener, sino que también te engancha con su historia y jugabilidad dinámica para que te quedes hasta el final de la aventura. Sin duda, un juego que siempre me gusta volver a jugar cada vez que necesito una aventura para entretenerme.
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