Tautograma
Ekaitz estaba encantado. Entonces, escucho el estallido ensordecedor. Este estaba esperando en el estadio, en la esquina. Enseguida escapó de la explosión, evaluando el escenario y el estrago.Era enorme, escalofriante, espeluznante. Estaba enteramente exaltado. Ekaitz estuvo esperando eternamente. El exterior estaba exterminado.
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