Lipograma, u

En cierto barrio venezolano se encontraba Benito. El chico de dieciocho años se encontraba bajo el control del hampa del barrio donde vivía, bajo la sombra de Fernando, el líder del tráfico local. Fernando y Benito se encargaban de terminar temas pendientes. Cierta noche, Benito le arrebató la vida a cierto traidor, metiéndose más en esta vida tan peligrosa y llena de violencia. La sangre y violencia eran compañeros constantes en las calles de los barrios más peligrosos. Al final de los trabajos realizados, Benito y Fernando celebraban con dinero fácil yéndose de tragos. Sin embargo, la venganza del otro barrio va a acabar cobrándole a Benito algo más amado. 

Más tarde, los rezos de la madre al ver la hora pedía amparo por Benito. Este se va andando en solitario a las 10:05 PM. No se esperaba la trampa planeada por el otro bando. Cierto coche aparece soltando plomo a Benito, este corre por los tejados para zafarse de la parca. Lastiman a Benito y la campera pasó de ser clara a claramente manchada por la sangre derramada de las balas penetrantes en las extremidades. Benito ya tiene veintitrés y se la está dando de típico protagonista de historias de barrio con la diferencia de no acabar como Pedro Navaja o Montana Tony. El desenlace de la historia no será el fallecimiento. Fernando, llama con voz temblorosa a Benito por la peor noticia jamás dada al malandro. Fernando dice: -Llegaron a las 8:00 PM con la cara destapada- la madre bajo la regadera -se oye como rompen el portón e intenta escapar, todo pasó brevemente, los vecinos dicen “recibió casi veinte”- Benito destrozado no hizo otra cosa aparte de llorar desconsolado. 

Benito está andando en solitario, a pesar de no estar vivo nadie le dio fallecimiento, solo es fantasma perdido caminando entre las veredas del barrio. Recordando el pasado se le volvió a la mente el instante de meterse al hampa. “Piensa bien si te interesa ingresar al hampa hermano por si al rato tienes ganas de salir,  no tienes decisión de opciones a elegir, son o morir o resistir. 

A Pedro Navaja lo llevó la parca, El Alimaña no está en libertad y Benito anda sin ganas de vivir, por eso arriesgo todo a la felicidad