Blog 1 - Haizea Calvo Cuesta

 En mi comunidad de vecinos vivimos una situación que ya empieza a ser bastante repetitiva: los grafitis en la puerta del garaje. En la última junta tuvimos que aprobar una derrama de 2500 euros para volver a pintarla, porque hace apenas un mes apareció llena de pintadas. Lo peor es que no es algo nuevo, ya el año pasado pasó exactamente lo mismo y también tuvimos que pagarlo entre todos.

Esto me hizo pensar en un tema que siempre genera debate: ¿los grafitis son arte o son simplemente vandalismo? Yo, personalmente, creo que pueden ser una forma de arte increíble, una manera de expresarse que muchas veces transmite cosas que no caben en un cuadro o en un papel. Pero también creo que no todos los grafitis son iguales. Para mí existen dos tipos: los murales trabajados, con colores, formas y mensajes que realmente aportan algo, y luego están las típicas letras o insultos que escriben algunos adolescentes solo para llamar la atención o “hacer la gracia”.

A mí, si te soy sincera, no me molestaría tener un grafiti bonito en la puerta del garaje. Incluso podría darle un toque diferente al edificio. Pero lo que nos pintaron esta vez no tenía nada de artístico. Eran unas letras enormes y feas, totalmente fuera de lugar y sin ningún sentido estético. Como comprenderéis, eso no encaja para nada con la fachada del edificio y encima resulta bastante inapropiado.

Al final todo esto me hace pensar en lo complicado que es vivir en comunidad. A veces una simple pintada termina afectando a todos: al dinero, a la estética del edificio y hasta al ambiente entre vecinos. Yo no tengo una respuesta clara sobre qué es lo mejor que se puede hacer, pero sí creo que estaría bien buscar una solución que no nos obligue cada año a gastar una derrama por culpa de cuatro letras mal hechas. Ojalá la gente entendiera que expresarse está bien, pero que hacerlo invadiendo la propiedad de otros no es la manera.