Blog Eva Llaguno

Cuando era más pequeña me gustaba mucho cocinar con mis hermanos y con mi ama. Hacíamos un montón de cosas: bizcochos, crepes, tortilla... Lo que más me gustaba hacer era el bizcocho de limón, porque era muy fácil, las medidas se hacían con el vaso de yogur, por tanto,  no teníamos que pesar nada. Además, siempre quedaba bien. 

Esta receta es para cinco personas y los ingredientes que se  necesitan son: huevos, azúcar, harina, levadura, aceite, yogur natural o de limón y la ralladura de un limón.

El primer paso, es batir cuatro huevos con una medida y media de yogur de azúcar. Una vez que el azúcar está bien mezclado con los huevos,  echamos una medida y media de aceite de girasol. Es importante que sea de girasol porque el de oliva tiene un sabor muy fuerte. A continuación incorporamos el yogur. Por último, se añaden cuatro medidas de yogur de harina, previamente tamizada para que no queden grumos, y un sobre de levadura. El toque final puede ser ralladura de limón, pero puedes ponerle esencia de vainilla, cacao, nueces… a gusto de cada uno.

Un detalle fundamental para que te quede bien el bizcocho es precalentar el horno diez minutos antes de meter el bizcocho. Luego hay que verter la mezcla en un molde, nosotros forramos el molde con papel de horno untado con un poco de mantequilla para que la masa no se pegue. 

El tiempo de cocción depende del horno, pero suelen ser unos treinta y cinco o cuarenta minutos. Un truco para saber si está hecho, es pinchar el bizcocho con la punta de un cuchillo, si sale limpio, ya se puede sacar, si no, habrá que esperar un poco más. 

Cuando se enfría lo sacas del molde y lo pones en un plato. Es una receta súper sencilla y además siempre queda muy rica. Antes la hacíamos todos los domingos, ahora ya no tanto pero siempre que la hacemos nos queda espectacular.