Blog 4 Marco
Dominar el balón no es solamente cuestión de habilidad, sino de percibirlo como si fuera parte de ti. Para empezar, encuentra un lugar tranquilo donde puedas practicar sin presiones (una cancha, un jardín o incluso un espacio abierto es ideal). Vístete con ropa de deporte y zapatos cómodos, si te molestan, controlar será más complicado.
Antes de tocar el balón, dedica tiempo a entrar en calor: corre suavemente, estira piernas y tobillos, y haz movimientos ligeros para prepararte. Luego, empieza con calma, toques con ambos pies, caminando y cuidando que el balón no se aleje. Progresivamente, introduce variedad, controlando con la parte interna y externa del pie, recibendo con el muslo o el pecho, e intenta mantener el balon cerca al cambiar de dirección.
No te preocupes por fallar. Cada error es una lección. Practica rotaciones, cambios de velocidad, regates entre conos o compañeros, e intenta usar ambos pies por igual, aunque uno te resulte más difícil. Lo fundamental es ser constante: con solo 20-30 minutos al día verás cómo tu seguridad y tu destreza mejoran.
Filma tus sesiones si es posible; observar tus fallos te ayuda a progresar más rápido. Alterna balones y superficies, combina control con pases y disparos, y sobre todo, disfruta haciéndolo. Perfeccionar el control del balón requiere paciencia, práctica y deseo de jugar. Finalmente, sentir que el balón obedece a tus movimientos te da soltura en el campo y convierte cada práctica en un pequeño logro.
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