Blog 4 Alicia
A mí nunca me ha gustado cocinar y tampoco se me daba bien, pero hace cuatro años, aburrida, decidí probar a hacer unas galletas, y ese día, sin saberlo, firmé mi sentencia. A mi familia les encantó lo bien que me habían salido y, desde entonces, fui yo quien se encargaba de hacer galletas en casa.
La receta que mejor se me da es muy sencilla. Primero hay que precalentar el horno a 180°C mientras preparamos todos los ingredientes: mantequilla, azúcar normal y moreno, huevos, harina, esencia de vainilla y chispas de chocolate. Una vez listo el horno, hay que calentar la mantequilla hasta que se vuelva líquida y luego mezclarla con los azúcares hasta obtener una crema suave. Después se añade el huevo y la vainilla, batiendo un poco más hasta que todo quede bien integrado.
A continuación, se tamiza la harina y se incorpora poco a poco a la mezcla, removiendo con una espátula hasta que la masa sea uniforme, y finalmente se añaden las chispas de chocolate. Con las manos limpias, se hacen bolitas de masa del tamaño de una nuez y se colocan en una bandeja cubierta con papel de horno, dejando espacio entre ellas. Si se quiere, se pueden aplastar ligeramente con la palma de la mano.
Luego solo queda meter la bandeja en el horno y hornear durante 12 o 15 minutos. Cuando los bordes estén doraditos, se sacan y se dejan enfriar unos cinco minutos en la bandeja para que no se rompan. Después, se pasan a una rejilla o se dejan enfriar un poco más y ya están listas para comer.
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