Blog 2
Todos los días, antes de ir a casa, paso por el Bertiz que hace esquina en Iparraguirre para comprar el pan. Esta al lado del colegio, así que no tengo que andar mucho para llegar, lo que hace la compra mucho más cómoda. Siempre voy al mismo sitio porque me gusta y porque ya se ha convertido en parte de mi rutina diaria. La panadería es de tamaño mediano, no es pequeña, pero tampoco muy grande, y siempre está bien cuidada y muy limpia.
Las dependientas ya me conocen desde hace tiempo porque llevo muchos años comprando ahí. Siempre me atienden con una sonrisa y con mucha amabilidad. Son muy rápidas y educadas, hasta el punto de que muchas veces no tengo ni que decir lo que quiero, porque ellas ya lo saben y me lo preparan sin yo decir nada o con la pregunta de ¿lo de siempre?. Cuando termino, siempre me despiden con educación y sonrisas entre todas, y eso me hace sentir muy a gusto. Hace tanto que voy ahí, que incluso cuando me las encuentro por la calle me saludan, lo que demuestra que hay confianza de tanto verme cada día.
Además de pan, el local tiene una cafetería y también venden repostería. Se pueden comprar bollos y pasteles que siempre están buenísimos. Todo lo que he probado ha estado rico y con buena calidad. El pan siempre me lo dan recién hecho, crujiente por fuera y blandito por dentro, como me gusta.
Los precios son los justos por la calidad que ofrecen. Nunca he tenido ningún problema comprando en este sitio. Al contrario, siempre ha sido una experiencia rápida, sencilla y agradable. Por eso sigo yendo todos los días y no pienso cambiar de panadería. El Bertiz ya es parte de mi vida diaria y sé que siempre me atenderán bien y que el pan estar como debe estar.
Por todo esto, aunque no vaya a ser una compra diaria, yo siempre voy a recomendar ir ahí, ya que desde el primer momento te tratan como debe ser y ofrecen la calidad que tiene que tener un buen pan. No es como cualquier otro Bertiz al que he ido, por eso, si queréis pan, ir al de Iparraguirre.
Comentarios
Publicar un comentario