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Bershka

Hace unos días fui a Bershka a comprar algo de ropa para renovar mi armario, y la experiencia fue muy buena. No suelo ir mucho de compras, pero necesitaba algunas prendas nuevas para el otoño, así que decidí pasarme por la tienda de la Gran Vía. Desde que entré, me gustó el ambiente, música actual, buena iluminación y todo perfectamente ordenado. Se nota que cuidan mucho la presentación.

Me acerqué primero a mirar una chamarra y encontré uno que me gusto: era negra largo y de buena calidad para su precio. Me la probé y me quedó perfecto. Después miré algunas camisetas básicas y unos pantalones vaqueros. Lo que me gustó de Bershka es que tienen mucha variedad de estilos, desde ropa más casual hasta prendas más arregladas, y siempre siguiendo las últimas tendencias. El personal fue muy amable. Una chica del probador me ayudó a encontrar la talla que no encontraba. Se nota cuando alguien disfruta de su trabajo y te atiende con una sonrisa. Además, el pagar fue rápido ya que hay muchas cajas y son modernas y inteligentes algo muy cómodo.

En cuanto al precio, me pareció bastante justo para la calidad de las prendas. Bershka es una tienda con bastantes buenos precios no es tan barata como por ejemplo Primark pero se nota mucho en como te ves con la ropa puesta. Ya he estrenado la ropa y no tiene ningún fallo y es muy cómoda. El abrigo abriga lo justo sin ser pesado, y los pantalones quedan muy bien. Me he llevado una grata sorpresa con esta compra.

En resumen, salí muy satisfecho, buena atención, ropa moderna, precios razonables y un ambiente agradable para comprar sin prisas. Sin duda volveré a Bershka para futuras compras, porque da gusto cuando una tienda combina estilo y buen servicio.