Blog 3 Ibai Murillo
Sin la letra U
Hoy me he levantado tarde y casi pierdo el metro para ir a clase. Tenía hambre y no tenía nada para almorzar. Salí corriendo de casa y el sol ya estaba alto, pero hacía bastante frío. Camine por la calle y casi no había nadie. Vi a varios perros divirtiéndose con los amos, me hizo sonreír. Me paré a mirar la plaza, había chicos divirtiéndose con la pelota, pero tiré a clase. Pase por delante de la panadería, olía especialmente bien, no tenía dinero, pasaría al volver del cole. El viento movía las hojas de los árboles y ciertas de ellas caían sobre la acera. Las bicicletas pasaban rapidísimo y los coches sonaban demasiado, pero como es lo normal no me molestó. Me encontré con mi amigo en la calle y mientras íbamos empezamos a reírnos de tonterías. Hablamos del cole, de los exámenes, del partido del finde semana… Me sentó bien hablar con el, se me olvidó el cansancio presente en mi. Mire hacia arriba y el cielo estaba despejado. El barrio estaba calmado pero cada vez más vivo . Llegamos a clase a tiempo por poco y todo parecía más fácil por habernos despejado en el paseo. La clase se iba llenando de gente poco a poco, nadie estaba prestando atención a la explicación del profesor, siempre está dando la chapa. La gente no respeta los límites de tiempo para llegar a clase.
Al tiempo de salir del cole, el sol bajaba lento y sin prisa, todo calmado. Antes de salir me paré a observar el reflejo del cielo en las ventanas. El aire de la tarde era fresco, vi a niños con helados, se reían sin parar. Finalmente aterrice en casa y decidí merendar algo antes de ir a entrenar.
Comentarios
Publicar un comentario